miércoles, 30 de mayo de 2012

Un año de buenos momentos

Uff, qué tarde es!!! Pero bueno, no podía dejar pasar un día tan intenso sin daos un saludo a todos los que seguís mis andanzas en este blog y, aprovechando que papi todavía no se ha acostado, que me ayude. Hoy es mi cumple. Hace un añito que llegué a este mundo. Pero no me acuerdo de muchas cosas de las que me pasaron, pero supongo que será normal porque soy muy pequeñín. Por eso le he preguntado a papá cosas de este año y me dice que, lo mejor, es refrescar la memoria con unas fotinas. Así que ahí van. Una por mes. Para recordar. Espero que os guste.

Así era yo el día que nací (hace hoy un año)

El día de mi primer cumplemés estrené la hamaquita
que me regaló Juan, el amigo de papá y mamá

Cuando cumplí dos mesinos, dice papá que ya dormía
menos y que me empezaba a reír mucho

Cuando tenía tres meses, ya sujetaba la cabecina y me reía
mucho con mamá. Por cierto, hacía mucho calor en aquella época

Aquí estoy un pelín serio porque estaba investigando qué sería
ese aparato que me ponía mamá en frente y soltaba una luz
(4 meses)

¡Ta-ta-chan! Papá me subía a sus hombros por primera vez
con cinco meses y no sabéis lo que mola

¡Ay que risa, mamá! Aquí tenía yo seis meses y ya me revolvía
cuando mis papis me cambiaban el pañal

¡Sorpresa! Con siete meses jugaba al escondite entre las sábanas
de la cuna con mamá y papá. ¡Cómo me mola eso!

Aquí estoy yo con mi perrito musical. Cuando le aprietas las patitas
sale música. Por cierto, ya empezaba a dormir en la cuna grande


Aquí ya estoy con abriguito porque hacía bastante frío. Fue cuando
cumplí nueve meses 

¡Madre mía cómo crecí! Aquí ya tengo diez meses y cada
vez me iba más la marcha. Empezaba a dolerme la boquina por culpa
de los dientes esos

Con casi once meses estuvimos en Serantes y fuimos a un sitio
con mucho agua y polvo amarillo (una playa, dice mamá). Ya habíamos
ido cuando era más bebé, pero ya no me acordaba. ¡Cómo mola!



¡Y patatín-patatán! Aquí estoy yo ayer montado
en la moto que me dejo Carla, la mi vecinina de abajo.
¡Ya tengo un añín y quería celebrarlo con vosotros!


Me ha encantado recordar todos estos momentos con papá para todos vosotros. Espero que os haya prestado tanto como a mi. Un momento...¿papá?¿qué te pasa?...Me parece que a papi se la ha salido alguna lagrimina, ¿se habrá hecho daño?...¡Ah, no! Es que dice que se emociona al ver todos estos momentos. ¡Pues anda que como mami lo vea, con lo que ella se emociona! ¡Un abrazo a todos!

lunes, 21 de mayo de 2012

El día de mamá

Ya me estaba enfadando con papá, porque nunca tiene tiempo para escribir en mi blog lo que le cuento. Pero hoy le he cogido por banda y no se me va a escapar. ¡Tengo unas ganas de saber escribir en la pantalla!
El otro día, resulta que coge papá y le dice a mamá: "Martín y yo nos vamos un momento a hacer un recadín. Venimos ahora" . Mamá se estaba poniendo guapa (más todavía de lo que es) porque nos íbamos fuera a comer, con lo que aprovechamos para ir a hacer el recado de papá. ¿Qué sería? Fuimos a una tienda muy rara que hay cerca de casa, que tenía dentro un montón de florinas y arbolinos como los del parque. Yo pensaba, ¿por qué estarán dentro de la tienda estas flores con lo guapas que están en el pradín? La verdad es que no eran iguales, porque éstas estaban como empaquetadas con plastiquinos superchulos que brillaban mucho (¡qué guay!). Me extrañaba que en esa tienda no había las cosas que estoy acostumbrado a ver en otros sitios (peces, cajas, botes,...) Me explicó papá que se llamaba "floristería" y que allí vendían flores y plantas, que era lo que le íbamos a regalar a mamá ese día porque le gustan mucho.
Papi, ¿por qué le regalamos a mamá hoy? Y papá me explicó que era el día de la madre y que, como era el primer año que mamá es mamá, le íbamos a regalar un gran ramo de florinas. ¡Qué buena idea, con lo que le gustan! Cuando nos dieron  el ramo se me pusieron los ojos como platos: ¡qué grande y qué cantidad de colorinos! Papá me lo dejo cuando llegamos a casa para dárselo a mamá y, de la emoción, casi lo rompo, pero al final llegó entero. ¡No os  imagináis lo que le gustó a mamá!
Después, me montaron en el coche y nos fuimos a un sitio a comer donde había mucha gente (restaurante, creo que se llama) ¡Qué sorpresa cuando llegamos y veo que están allí todos los abuelitos y la tía Paula! Era casi como cuando me lavaron la cabeza con agua en aquella iglesia. Al final, estuvimos todos juntos toda la tarde, hasta que me tuve que ir a la cama. No sabéis cuánto me prestó el día de mamá. Por cierto, papá, ¿cuándo será el día de Martín?.

miércoles, 11 de abril de 2012

¡¡¡¡Ya estoy aquí de nuevo!!!!

Hola a tod@s!!!
Supongo que me habréis echado de menos, y es que llevo casi cuatro meses sin poneros al corriente de mis andanzas. Es que papá ha estado un poco vaguete y, entre fiestas y pitos y flautas, no ha tenido muchas ganas de sentarse conmigo a escribir. Por eso me ha dicho que, en esta semana, vamos a ponernos al día con nuestras historias. Me han pasado muchas cosas que quiero contaros, y voy a empezar por la ropa nueva.
Cuando vamos a comprar, mamá se desespera un poco porque dice que no "cabo" dentro de la ropa de bebé. No sé de qué se queja, pues el señor de la bata blanca (sí, sí, el que me pincha y que me manca, del que ya hablé en alguna ocasión) dice que estoy hecho un mozote y que así da gusto. El otro día, cuando fue mi cumplemés (ya van diez, según me dice papá, que yo no sé contar), fuimos a verle y nos dijo que medía 78 cm...¿será mucho? A mami le parece que sí, que ya no me puede poner puntillinas ni cosinas de bebé... pero a papá le gusta más la ropa que me pongo ahora, porque parezco más "paisanín".
Ahora, que sale más el solín, mamá y papá me han traído un montón de ropa con la que estoy más fresquín y cómodo. Es lo que llaman "ropa de temporada". No tengo ni idea de a qué se refieren con ese nombre, pero a mi me gusta tanto o más que la que llevaba hasta ahora, aunque tengo algo menos de calor. Lo más nuevo que estrené, me lo puse el otro día para ir a un sitio donde había un montonazo de gente que llevaban como unos arbolinos en la mano. Entre todos los que estaban allí, había un señor vestido de blanco como el que me lavó la cabeza hace un tiempo y que decía unas cosas un poco raras y, al final, salpicó a todos los que estábamos allí con un palo con agua. Mamá dice que los arbolinos se llaman ramos y que todos los años hacen esa reunión en la que los bebés estrenamos ropita. A ver si el año que viene me entero un poco mejor y os lo cuento más detalladamente. ¡¡¡¡ Adiós !!!!

lunes, 28 de noviembre de 2011

Esta noche he dormido mal

Supongo que os extrañará verme de nuevo por aquí tan pronto. Pero es que esta la noche anterior he dormido muy mal y quería contároslo. Dicen papá y mamá que me están saliendo los dientes y que por eso me pasa. ¡Jolín, que dolor! No sé para qué servirán esos "dientes", pero desde hace unas dos semanas me pica mucho la boca y necesito tener algo siempre para rascarme. A veces mamá me deja su dedito y me frota, pero últimamente ya tampoco me alivia eso. Me han dado, después del bibe, unas gotas de un liquidito rosa que me calma un poco, pero ¡oye, que no consigo dormir toda la noche del tirón! Una cosa que me ayuda a rascarme es un aparatito de plástico que está muy frío y que me dan a veces papá y mamá, pero ni así logro que me deje de doler. Espero que esos "dientes" no tarden mucho en venir, porque si no mamá se va a pasar muchas noches despierta y papá va a tener mucho sueño por el día, porque madruga mucho y yo no lo dejo dormir por la noche. Pero, ¿sabéis que es lo que más me calma? Cuando papá y mamá me cogen en el cuello y me acurrucan la cabecita debajo de la suya. Papá dice que parezco un "koala" cuando me ponen así. ¿Qué será eso? ¿Será algo parecido al bichito de colorinos que tenemos en casa y que está hablando a todas las horas? No creo, porque ese se llama Currito, no koala, y es más pequeñín que yo. De todos modos, os voy a poner una foto a ver si a vosotros Currito os parece un koala o no y me lo decís, ¿vale?
Mañana será mi cumplemés...¡ya voy a tener 6 mesitos! No sé si será un buen día, ya que casi siempre que celebro algo así, vamos a ver al señor de la bata blanca que me pincha y me manca. ¡Eso que dicen papá y mamá que es un día feliz! ¡Que les pinchen a ellos! Espero que sea más parecido al día ese de hace poco que decían que era "San Martín", y que vino la tía Paula a casa con un regalito que se comieron papá y mamá (decían que era una "tarta" o algo así), aunque a mi no me dieron nada porque estaba muy duro. Ahora que lo pienso, ¿servirán los dientes esos para comer esas cosas? Ya os contaré que tal me va. Adiós a tod@s.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Me he cambiado de cuna

Ya estoy aquí de nuevo. Estos días, que papá tiene un poco más de tiempo, a ver si me ayuda a actualizar el blog más a menudo. Estaba impaciente por contaros algo muy importante que me pasó la semana pasada: ¡ya he estrenado mi cuna grande!
Como está tan rica la papilla de frutas y la leche del bibe, me como un montón, así que he crecido un poco y ya me costaba revolverme en mi cunita pequeña. De hecho, cuando me estiraba, ya pegaba con los pies y con las manos en los extremos. Además, ya tenía yo muchas ganas de dormir en la cuna grande, porque como tiene barrotes puedo estar más al loro de lo que pasa por ahí alrededor.
Es de color blanco y tiene unos dibujitos en los extremos, en forma de unos bichitos que, según mamá, se llaman "jirafas". Ese mismo dibujo lo tengo en la manta con la que me tapan,...¡pero con colorinos! No os imagináis cuánto me mola. Ahora puedo, incluso, rodar de un lado para otro y, cuando papá y mamá me están dando algún mimito, los barrotes se puede bajar y así ponen su cabeza al lado de la mía y me contemplan un poco. Pero si hay una cosa chuli de verdad, es lo que mamá me ha puesto encima de la cuna. Es una cosa que tiene colgadas unas estrellitas y que da vueltas. Además, por la noche, tiene como unos dibujos de colores que también dan vueltas y salen por todo el techo de la habitación. Dice papá que es un "proyector" y que los dibujitos son "estrellas" y "planetas". A mi me da igual cómo se llamen, porque me gustan mucho y, a veces, incluso me quedo dormidito mirando para ellos, sobre todo cuando suena una musiquita que me relaja mucho.
Bueno, ya os he contado mis experiencias en mi nueva cuna. Os dejo una fotito para que veáis lo guapetón que estoy, aunque no en la cuna, sino en la cama de papá y mamá. Me voy a ir, porque me está empezando a picar la boca y no sé que puede ser, aunque últimamente me pasa bastante. Ya os contaré. Un besín a tod@s.

lunes, 21 de noviembre de 2011

¡¡¡Cómo molan los colorinos!!!

¡Hola a tod@s!
¿A que me echábais de menos? Ya llevo casi un mes sin contaros qué tal me trata la vida, pero es que papá y mamá han estado muy liados y no han podido ayudarme a escribir. Quiero hablaros, en esta ocasión, de una cosa que cada día me mola más: los colorinos.
No sé si sabéis lo que son. Yo hasta hace poco tiempo tampoco lo sabía, porque no era capaz de adivinarlos. Pero desde hace una temporada, cuando papá y mamá me dan el bibe, en frente de nosotros hay como una caja negra de la que, de repente, empiezan a salir unas cosas que me llaman la atención. Dice papá que son los "colores". Los hay muy distintos y, dependiendo de la hora, son cada vez más llamativos.
A mi los que me más me gustan son unos donde sale un señor cuadrado que es amarillo con agujeros negros y tiene un montón de amigos diferentes: hay uno alargado de color rosa, uno aplanado de color rojo que tiene unas cosas en las manitas como las que usa papá para cortarme las uñas (dice mamá que se llaman tijeras) y otro alargado con muchas patas que es verde.
El señor amarillo vive dentro de una cosa muy parecida a algo que comen papá y mamá, que tiene una cabeza como con pinchos y un pelo verde muy duro y picudo, que según papá se llama "piña". Lo que ya no me creo es lo que dice papá: que vive debajo del mar...¡No sabe lo que dice!¡Ya quisiera poder hablar debajo del mar! Y además, con lo que yo me arrugo cuando me bañan, ¡cómo van a estar todos tan lisitos! Lo que si me creo más es lo que dice mamá: que es una esponja. Cuando yo me baño tengo dos esponjas y, la verdad, sí que son amarillas y tienen agujeritos...¡pero no hablan como el señor de la caja de los colorinos! Esta noche voy a volver a hablar con ellas, a ver si me dicen algo. Ya os lo contaré. Os tengo que dejar, que ya suena la máquina de la merienda nueva que me dan ahora y me voy a poner las botas, ¡qué rica!

miércoles, 26 de octubre de 2011

¡Qué fría está este agua!

Como ya os dije la última vez, papá y mamá me prepararon un lavado de cabeza un poco raro. Me vistieron con el traje nuevo que compramos y nos fuimos en coche a un pueblín cerquina de casa. ¡Qué sorpresa cuando llego y veo a toda la gente queestaba allí! Las tías Paula y Mayte, los abuelos de Oviedo y los de Gijón, Félix... Aunque me costó reconocerlos, porque estaban "distintos" a otras veces: tenían el pelo como duro y brillante, colocado raro, como no les había visto nunca, con una ropa muy llamativa... Me pregunté: ¿qué irá a pasar dentro de esa casa tan rara que tiene ese pico encima para que esté toda este gente aquí? Cuando entramos, me asusté un poco al ver aquel sitio tan grande y a un señor, allí al fondo, colgado de la pared mirando hacia abajo. Creo que no se movía, pues estuvo todo el rato igual y sin dejar de mirarnos como de reojo. Cuando llegamos al final de aquel sitio, un señor con un vestido blanco empezó a decir unas cosas muy raras que yo no entendí. Creo que los que estaban allí si lo entendían, porque contestaban cada poco tiempo a lo que él decía. Había pasado ya un rato cuando, de repente, va mi tía Paula y me coge en el cuello, echándome hacia adelante, y veo que el señor de blanco empieza a jugar con una taza muy grande llena de agua que había debajo. Yo me quedé un poco extrañado: ¿será una bañera nueva? ¿No es un poco pequeña? Y zas!!! Va el tío y me lava la cabeza. Pero no frotó con espumita y burbujas, como lo hacen papá y mamá, sino que sólo me echó el agua...¡¡qué fría estaba!! Después vino lo más guay, ya que güelito Alberto sacó un palo blanco muy largo y, no se cómo, en la parte de arriba apareció una cosina naranja que se movía, aunque mamá no me dejó tocarla porque decía que "quemaba". ¿Qué será quemar? Después, cuando el señor de blanco ya se había ido, me cogieron todos y se ponían, uno a uno, debajo del señor de la pared que no se movía, mientras papá y mamá sacaban esa cajina pequeña que suelta una lucecina cuando la miras y que me dijeron que se llama "cámara de fotos". ¡Vaya montón de lucecinas que había! Dice papá que de esa cajina salió la foto esta de aquí abajo...¡no se lo cree ni él! A ver si os gusta. ¡¡¡Un besín y hasta la próxima!!!!